Agua…

Las preguntas y el agua…

¿Por qué la lluvia ácida no amarga el agua dulce?

¿Por qué el agua dulce termina convirtiéndose en salada al llegar al mar?

¿Por qué el agua «estancada» no huele a tabaco?

¿Por qué alguien lloró por primera vez lágrimas de sangre?

¿Por qué a todos a los que nos gustaba jugar a «Hundir la flota» ahora nos duele ver morir gente ahogada en sus cayucos?

El agua y las preguntas…

Subir y bajar

La gente dice: «Voy a subir a arriba»;

y yo me pregunto: «¿Se puede subir a abajo?».

La gente dice: «Voy a bajar a abajo»;

y yo me pregunto: «¿Se puede bajar a arriba?».

La gente dice: «Voy a subir de abajo»;

y yo me pregunto: «¿Se puede subir de arriba?».

La gente dice: «Voy a bajar de arriba»;

y yo me pregunto: «¿Se puede bajar de abajo?».

La gente dice tantas cosas… que menos mal que yo me hago preguntas.

Genios

Un grupo de hombres muy diferentes se encontraban ante la barra de un bar:

– «Yo soy un genio… de Europa… EU-genio…»…

– «Yo también soy un genio… de la India… IN-genio…»…

– «¡Vaya! Yo tambien soy un genio… de Malasia… MAL-genio…»…

– «¡Jo! Yo también soy un genio… de Perú… PER-genio…»…

– «¡Ja! Y yo también soy un genio… de Congo… CON-genio…»…

El camarero los interrumpió:

– «Pues yo también soy un genio».

– «¿Usted? ¿Y qué hace a ese lado de la barra?».

– «Es que soy un poco primitivo… PRIMI-genio…»…

A partir de esa noche todos aquellos ingeniosos hombres, tan distintos, congeniaron, aunque, dado su malgenio, poco después volvieron a comportarse como hacían primigéniamente: como pergenios…